martes, 6 de octubre de 2015


En el texto que sigue hay algo que nos parece familiar, casi conocido, sobre todo para aquellos que estamos familiarizados con la literatura védica [concretamente con El Mahabaratha y El Ramayana], y las mil y una historias que se han escrito sobre La Atlántida. 

Los datos que se revelan a continuación son tan aproximados que realmente nos cuesta trabajo desvincularlos de estas leyendas.

Es probable que al escudriñar detenidamente su contenido, se logre armar el rompecabezas que defina con exactitud la realidad de nuestro pasado, y de los bastos vestigios arqueológicos que se han encontrado dispersos por todas partes, y al parecer hasta en los rincones más apartados del planeta.

Continuemos…


GRANDEZA Y CAIDA DE AZTLAN [ATLÁNTIDA]

Komeltum; ¡Miembros del gran clan! Los he convocado hoy para que vuelvan a recordar una gran historia “que todo el mundo conoce”, Tulum les relatará cada parte de ella.

Tulum; Como todos saben, hace más de 3000 años que los jefes de las siete islas de Aztlán se reunieron en la isla central después de años de guerra, y de esa convención surgió un gran Imperio que los mismos dioses bendijeron. Se construyó una hermosa capital como ninguna otra en el mundo, grande, potente, y gloriosa, que con el paso del tiempo se volvió soberbia. Tenía siete anillos de agua y siete anillos de tierra en representación de los siete pueblos, y al centro el  palacio imperial del gran clan. El templo-pirámide del Dios Quezamuntlán [tal vez la antigua representación de Quetzalcóatl], el oráculo, y la casa de la ciencia, donde dioses y hombres aprendían uno del otro.


ATLÁNTIDA-TEMPLO-PIRÁMIDE
Un magnifico reino que vivió en paz por muchos años, pero al aparecer un poderoso enemigo que se volvió Dios por obra de un demonio que quiso gobernar al mundo, los dioses nos permitieron usar como armas su sabiduría. Komeltum; ¡Tulum! Dinos cual era ese conocimiento.

Era el conocimiento de alumbrar en la oscuridad, transformado en una intensa luz que podía destruir [¿podría referirse esta expresión al uso especializado de rayos infrarrojos?]

Era el conocimiento de calentar las cosas convertido en una poderosa arma de fuego y calor [¿algo como un poderoso lanzallamas, o cierto tipo de artefacto incendiario?],

Era el conocimiento de conservar los alimentos, transformado en un arma que podría enfriar hasta el espíritu [¿hay algo parecido a esto en la actualidad?]. No tengo idea.

Era el conocimiento de volar convertido en un arma a la que se le añadieron los otros conocimientos [creo a este respecto que definitivamente en la actualidad no hay nada parecido, pues cuando los pueblos de Meso-américa hablaban de volar, se referían a transportarse meta-físicamente a otras dimensiones, y de forma física a diferentes partes de la esfera terrestre].

Era el conocimiento de fabricar cosas con luz que se convirtió en un arma de destrucción infalible [es probable que en este caso se refiera al uso sofisticado del rayo Láser].

GANESHA-DIOS HINDÚ
Así mientras nuestros guerreros regresaban de una gran victoria sobre los demonios y el monstruo de tres brazos del Este [¿se está hablando en realidad de Vishnú, o algún otro Dios de la teología hinduita?], en el Oeste se dio retirada debido al demonio Gashnetetepla, el que tiene la nariz tan larga como un brazo, que parecía tener la victoria [esto parece señalar a Ghanesa –el Dios Hindú--, y podría ser la inesperada narración de una antiquísima guerra física y metafísica entre los habitantes de La Atlántida y las deidades principales de la filosofía o religión de la India], pero no por mucho tiempo, pues los dioses nos habían enseñado la forma de construir un arma "total", que lo destruyera todo. 

Hicieron una lanza que escupía fuego y quemaba todo a su alrededor, la cual salió disparada dejando solo un camino de fuego (¿era esto un misil de crucero de largo alcance?). Los que estaban ahí dicen que hubo una luz tan resplandeciente que opacó al Sol, y un calor tan fuerte que derritió todo lo que estuvo a su paso y a una distancia de varios días de viaje, después se levantó una cortina de polvo y humo que oscureció el día por horas ¡La victoria fue nuestra! [no puede haber una mejor imagen para describir los estragos catastróficos de la explosión de un arma nuclear]. 


ANTIGUA GUERRA-EXPLOSIÓN NUCLEAR
Pero los demonios se recuperaron e intentaron seguir luchando. Algunos huyeron en sus vanatecas [¿vimanas?] a la luna, pero nuestros guerreros los persiguieron con el conocimiento de volar y los destruyeron por completo. Mientras que los que se quedaron luchando contra el demonio gashnetetepla, vencieron al monstruo y este huyó hacia el mar, pero los nuestros le lanzaron un trueno de tormenta y de inmediato se congelo por completo, tan intenso que hasta las olas del mar se congelaron. Entonces los dioses haprendieron al demonio y lo trasladaron al Sur donde no hay más que hielo, y nos prohibieron acercarnos para que permanezca ahí, por toda la eternidad. 

Pasaron unos mil años sin que nadie se opusiera al poderío de Aztlán, y entonces se tomó la decisión de que podríamos gobernar al mundo.  Y poco a poco nuestros héroes se volvieron villanos, tan vanidosos que creían que podían vencer a los dioses. Por lo que estos se reunieron para intercambiar opiniones y decidir el destino de Aztlán, pero solo Tezapopoca [quizá posteriormente Tezcatlipoca entre los pueblos náhuatls] el Dios de la bondad intercedió por nosotros. Pidió que se nos diera otra oportunidad, y entonces se acordó, que si los hombres [los demás pueblos del planeta] eran capaces de detener a los Aztlán, ellos intercederían en favor de los hombres.

Nuestras tropas ya estaban emplazadas por todo el mundo. Con los que construyen monumentos de piedra [megalitos], y con los que viven de la bondad de los ríos [Éufrates, Nilo, Tigris, Indo, Ganges, etc.], solo faltaban algunas tribus montañesas…

Mientras tanto en Aztlán [Atlántida] el pueblo estaba muy descontento. Se reveló y estalló una gran revuelta..

Los gobernantes se dieron cuenta del error y decidieron repatriar a la fuerza de ataque. Por desgracia para nosotros los dioses creyeron que esa era una muestra de debilidad de nuestra parte y de valor para los demás pueblos. Enseguida intervinieron… Arrojaron una lanza de fuego al Norte y otra al Sur, como la que destruyó a los demonios, deshaciendo los casquetes polares. En respuesta nuestros gobernantes decidieron atacarlos...
Los dioses nos derrotaron en un instante, y decidieron acabar con Aztlán para siempre...
Con todo nos dieron la oportunidad de cambiar, y así es como hemos llegado a… [Texto inconcluso]... J.M.TORRES

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