lunes, 30 de abril de 2012


LA BASE DE SINAÍ
Jetró desapareció inexplicablemente. Después de una semana apareció en el poblado rodeado de una extraña luminosidad sobre su cabeza. Enseguida buscó a Maser y en forma imperiosa le dijo:

- Toma el camino de la montaña. Ha llegado el momento.
- ¿Qué camino debo seguir?
- Durante estos meses has visto cómo las luces que vienen del cielo se meten en la montaña. Asciende hacia ese lado.
- ¿Pero que tengo que hacer allí?
- Simplemente sube. Todo está dispuesto. Ha llegado el momento. La Ley se debe cumplir. Tu mente es torpe y está prisionera de los sentidos, pero tu espíritu está dispuesto. Sube a la montaña y espera.
Con más miedo que espanto, Maser subió a  la montaña. Sus nervios le hacían sudar y respirar por agotamiento. Jetró le había dicho que comenzaba su trabajo y esto le hacía temblar de miedo. ¿Estaría preparado?
Después de cinco horas de ascensión llegó a la cumbre, en la cara oriental. Allí no crecía casi vegetación. En el suelo pardo y duro de la cumbre se veían círculos de terreno quemado de gran tamaño. ¿Quién habría quemado el terreno? –Se preguntaba- Todo rezumaba silencio. Estaba anocheciendo. El frío comenzaba a mover involuntariamente sus mandíbulas. Cerraba sus brazos sobre su cuerpo y se movía de lado a lado de la cornisa donde se había ubicado.
Finalmente comenzó a visualizar un pequeño resplandor de color rojo que salía de unos arbustos. Al poco rato este resplandor se hizo más vivo y ascendía en columna luminosa hacia las estrellas. El círculo por donde salía la luz, se hizo más grande hasta que alcanzó el metro y medio de diámetro. Maser estaba atónito sin poder mover un solo músculo de su cuerpo. Luego una voz que se oía en su cabeza como si de un trueno se tratara le dijo:

- Maser; entra en el círculo y no temas.

Las mismas palabras se repetían en su cabeza a la vez que inútilmente buscaba la procedencia de la voz. 

Se acercó al círculo y se metió en su interior. A los pocos segundos comenzó a descender por un pasillo circular lleno de luz. Fue casi un minuto en el que el vértigo y el miedo le acompañaban en el angosto y solitario pasillo.
El susto casi le hace caer de espaldas. Bajo la montaña había una enorme cavidad repleta de vida, extraños objetos y artefactos inmundos. El sabía que esas máquinas eran las nubes metálicas que siendo niño le habían raptado y llevado a la presencia de su padre, pero en aquella montaña parecía que se habían reunido la mitad de la Galaxia. Fue recibido por dos seres que llevaban traje de vuelo y que le escoltaron hasta adentrarle en una sala circular repleta de luz. Allí estaban los viejos conocidos de su infancia. Allí estaban los “Dioses” adorados desde el principio de los tiempos por los egipcios.
En la sala había una docena de personas sentadas en forma circular. Todos le miraban. No pronunciaban palabra alguna, pero Maser escuchó en su cerebro:

- Esta es la morada de Isis, Osiris, Ra Neftis. Esta es la morada de los que vosotros llamas Dioses. Esta es una base de visita a vuestro planeta. Los seres que estamos aquí pertenecemos a una confederación de mundos. Venimos a la Tierra desde hace miles de años. Nosotros somos vuestros padres genéticos. Llegará un día en que vuestra evolución os permitirá acceder a dicha confederación. Entonces, esta base y otras tantas que se ubican en los diversos continentes de vuestro planeta saldrán a la luz.
Maser estaba alucinado puesto que no veía mover los labios de ninguno de los presentes y no obstante oía su voz en su cerebro con fuerza. Maser no sabía que estos seres han conseguido dominar la telepatía.
La conversación fue larga y profunda. Maser fue instruido en las bases fundamentales de la próxima operación que se iba a realizar desde el cielo y tierra.
Luego, fue introducido en una sala circular y acostado en una camilla. Unos seres de baja estatura y de ojos muy grandes le introdujeron unas pequeñas sondas por la nariz y por los oídos. Le fue implantado a la altura del oído interno un pequeño implante electromagnético que entre otras cosas recibía y emitía información simultanea de su cerebro a la base y a la recíproca, de la base a su cerebro. Desde ese momento Maser pasó a ser un contactado. Desde ese momento comenzó a recibir información telepática. Podía escuchar a los Dioses.

Curiosamente al ver esta imagen, ví como la misma tecnología se había realizado con muchos profetas y videntes del pasado.  Pero la visión duró muy poco y de nuevo retorné a la base subterránea.

Otra de las escenas impresionantes que pude ver fue a Maser recibiendo de manos de estos seres, una vara gruesa de madera a la que habían puesto en la parte alta, una piedra de color rojo en forma poliédrica, que emergía unos pocos centímetros.

- Para qué quiero esta vara –preguntó Maser-
- No es para ti, sino para Aarón, pues su pueblo es duro de mente y atado a sus dogmas. A ti no te respetarán, pues eres fundamentalmente egipcio, y a Aarón le respetan y le valoran más que a ti. ¡Observa!

Pusieron la vara en la mano de Maser y a pocos metros, sobre una mesa pusieron una pequeña pantalla donde aparecía la figura de un león. Luego activaron un botón y una especie de rayo luminoso salió de la pantalla y se conecto con la parte alta de la vara. En el mismo instante en el lado contrario del emisor, a pocos metros,  apareció la figura del león, tan vivo y real que Maser, tiró la vara al suelo y salió corriendo con un susto de miedo. Los seres que estaban a su lado, se echaron a reír al ver la actitud de Maser.
Yo; Homet-Nut,  que vivo en este tiempo y en el otro a la vez, comprendía que era un holograma proyectado por un laser, pero ¿Cómo podía entenderlo Moisés? Realmente la imaginación y eficacia de aquellos seres era extraordinaria y con la vara se podían proyectar todo tipo de imágenes que sin duda, impresionarían a los hebreos o a cualquier ser que viviera en aquel tiempo y en aquellas latitudes.
Pero no acabaron ahí las cosas pues acto seguido nuestro héroe fue introducido en una especie de tubo metálico iluminado. Maser pensaba que de esa experiencia no salía vivo. Pero aquel artefacto no solo no le mató, sino que le sometió a un proceso de regeneración integral. Se trataba de una máquina con capacidades regenerativas que aún hoy estas entidades la utilizan periódicamente en el proceso de regeneración celular. Realmente se nos acabarían los problemas de salud si el ser humano actual la tuviera a su alcance. Me temo que nos faltan muchos miles de años para llegar a dicha tecnología.
Después de un periodo de una hora, el Maser que salíó del tubo, y que cronológicamente tenía alrededor de cincuenta años, se había convertido a nivel biológico en un ser de veinte años. Su cuerpo irradiaba luz, emanaba vida y plenitud. Es por esto que al bajar de la montaña, las antiguas tradiciones recogen el hecho de que rayos luminosos salían de la cabeza del profeta. Incluso en las estatuas, como la de Miguel Angel, aparecen en su cabeza, dos pequeños rayos esculpidos en mármol.

Maser abandonó la base y descendió de la montaña sagrada, pero ahora tenía una misión de cumplir y no estaba solo. Ahora comprendía por que Jetró a pesar de tener cronológicamente cerca de los cien años se conservaba tan maravillosamente lúcido y dinámico. Ahora entendía por qué Jetró era sabio y por qué desaparecía del poblado en numerosas ocasiones. Ahora comprendía que Jetró era el “Guardián de la Puerta”.

 Pasaron todavía dos años. Dejó a Séfora que estaba embarazada a cargo de Jetró, pues en los próximos meses debía comenzar una operación tremenda que requería de todo su esfuerzo y concentración.  Debía poner en marcha el…

EL EXODO
En la ciudad de Ramsés, Josué con Aarón estaban impacientados y desilusionados. Los más allegados de entre los hebreos, habían desistido ya de los delirios de ambos. Pero nos le quedaba más remedio que esperar, puesto que Maser les había hecho llegar noticias periódicas a través de las caravanas que seguían la ruta de Madián hacia Egipto.

Lo primero que hizo Moisés fue acudir al derruido palacio de Amarna; el palacio que su padre Akenatón había edificado en homenaje a Aton.  Esta ciudad ahora deshabitada y proscrita por Ramsés estaba custodiada por guardias. Muchos de los edificios de la misma habían sido demolidos y las piedras talladas con esmero se habían empleado en otros tantos templos y palacios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario